lunes, 9 de marzo de 2015

Me sueño

Me sueño hasta el infinito sin retornos,
hasta los lirios flamantes, esbeltos,
hasta los atardeceres de fuego entre la niebla,
hasta sentirte entera, hasta olerte a primavera.

Me sueño en la nueva urbe, en constelaciones,
en los valles con lunas, lagunas y praderas,
en mis cantos al viento, en mis noches de llanto,
en las cosas que dejas a tu paso andando.

Me sueño entre los muros de las cárceles de la miseria,
entre la pobreza y el espanto de sentirme muda, de sentirme quieta,
entre la rareza de la lluvia cuando el sol asoma,
cuando se despierta la claridad entre tanta sombra.

Me sueño colectiva entre las ideas que se encuentran,
colectiva entre la ideología que me da la resistencia,
entre las canciones de reclamo, entre la esperanza añeja,
entre las victorias de los años de la clase obrera.

Me sueño como fuego entre tus piernas, entre tu saliva,
entre tus olores me sueño, entre tus ojeras,
junto a los vaivenes de tus nalgas cuando me penetras,
cuando sacias con tu lengua de miel mis transpiraciones insurrectas.

Me sueño yendo de tu mano y encapuchadas avanzando a la pelea,
tomada de tu cuerpo torneado, ágil y viril, trémulo y hermoso,
volando con tus manos hasta el mar de fondo, hasta la utopía,
hasta la victoria siempre, hasta la  revolución permanente.

Me sueño entre las danza de la libertad de nuestros sexos,
hasta la salida de casa, hasta los severos deberes,
hasta combatir con mi delirio tus pareceres,
hasta libertarme por fin del cielo prometido
y quemarme en el infierno para siempre.

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