lunes, 16 de marzo de 2015

Silencio



A veces el silencio se apodera de mi cuerpo,
mi cuerpo no habla,
pero adentro fluye, revienta, sangra.

Mi cuerpo es mi escudo en la batalla,
mi cuerpo usado,
sudado, gastado, lamido, cansado.

Callan mis carnes pero la sangre bulle,
roja entera,
grita, explota, se sacude sin descanso.

Hay un silencio que me habla,
me dice cosas,
profundas, trascendentales, eternas.

Hay un silencio que quiere que mi lengua descanse,
que mis músculos descansen
que mi corazón descanse.

No puedo más que nombrarte silencio, que mirarte,
que atravesar en la oscuridad de mi existencia,
la certeza de que aquí no hace falta decir nada.

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